Es vox populi, es sabido y ya más que aceptado… primero fueron los maestros “diferentes” (Steiner, Montesori), luego los neurólogos; pero en nuestro fuero interno siempre supimos que si nos divertíamos aprendíamos más y mejor.

Se trata de aprender sin la presión de “tener que aprender” ni “tener que hacerlo bien”, porque no hay bien ni mal… sólo haya antes y después…

Media horita de canciones y posturas para peques, entre 3 y 6 años.